La Ley 20/2003 , de 7 de Julio, de Diseño Industrial define el diseño como la apariencia de la totalidad o de una parte de un producto, que se derive de las características de, en particular, las líneas, contornos, colores, forma, textura o materiales del producto en sí o de su ornamentación.
Nuestra normativa permite no sólo el registro de las marcas y nombre comerciales, sino también el registro y en consecuencia la protección del diseño de un producto.
A través del diseño de un producto, de su apariencia, de la forma de presentarse en el mercado, conseguimos hacerlos atractivo para los consumidores y que sepan distinguirlos en el mercado respecto de otros diferentes.
No todos los diseños van a ser susceptibles de registro, así únicamente podrán hacerlo aquellos que sean novedosos y posean carácter singular. La falta de estos requisitos podrá dar lugar a la nulidad de los mismos, previo seguimiento del procedimiento oportuno.
La inscripción del diseño, otorga al titular del mismo el derecho exclusivo a utilizarlo (la fabricación, oferta, comercialización, importación y exportación, el uso de un producto que incorpore el diseño) y otorga el derecho a prohibir su utilización por terceros sin su consentimiento.
La protección que la normativa otorga frente a terceros supone una evidente ventaja competitiva en el mercado, haciéndose necesario operar en el mismo con la seguridad que nuestros derechos están siendo respetados así como seguridad en que no estamos infringiendo los derechos ya registrados.
En LENUM prestamos servicios asesorándole en todos los aspectos relativos al Diseño Industrial: